¿Qué hace que los millennials estén migrando a regiones?

Danyelo Oteiza y migración de millennials

Poco antes de la pandemia ya se venía registrando una tendencia demográfica en los millennials. Aquella generación que hoy tiene entre 25 y 35 años, estaban poco a poco saliendo de las grandes ciudades para establecerse en lugares donde hubiese más conexión con la naturaleza. Buenos Aires, Bogotá, Estados Unidos, España y, cómo no, Chile han sido parte de este proceso que se vio fuertemente acelerado por el COVID─19. El especialista inmobiliario, Danyelo Oteiza, comenta al respecto.

El coronavirus no sólo provocó la congestión del sistema de salud, sino también el confinamiento, el cierre de muchas fuentes de trabajo o derechamente al teletrabajo. Estos ingredientes empujaron con fuerza a muchas personas a desplazarse a otras regiones del país. “Los nuevos compradores de viviendas en provincias fuera de la zona Metropolitana son personas solas o matrimonios jóvenes de hasta un hijo, divorciados y adultos recientemente jubilados, en una menor proporción”, comentó Danyelo Oteiza Aguirre, joven emprendedor inmobiliario.

Danyelo Oteiza Aguirre: «Los chilenos buscan más oportunidades fuera del centro«

A raíz de lo costoso que es encontrar la casa propia, en los últimos meses se ha evidenciado un claro interés por comprar viviendas que se encuentren más lejos de Santiago. «La diferencia de precios entre una vivienda ubicada en San Bernardo y en Providencia, con las mismas características de terreno puede ser abismal. Las que están más alejadas del centro suelen ser más baratas», menciona Danyelo Oteiza. 

Sumado a lo anterior, una gran cantidad de chilenos ya no necesita vivir cerca de la urbe central, ya que varios han entrado en modalidad de teletrabajo, lo que les permite pasar una mayor cantidad de tiempo en casa sin tener que movilizarse. San Bernardo, Padre Hurtado y Pudahuel son hoy las comunas con más cotizaciones. 

Danyelo Oteiza, emprendedor inmobiliario.

“La construcción de casas en zonas más alejadas tiene grandes beneficios. Por lo general compras tu terreno y diseñas tu casa a tu pinta. Tienes mayor espacio y no tienes cerca el ajetreo que conlleva vivir en la capital. Además el valor es mucho menos, bastante alejado de los precios de las grandes inmobiliarias”.

─Danyelo Oteiza Aguirre.

El ejemplo de Machalí

Machalí, en la región de O’Higgins, por ejemplo, es una comuna que ha evidenciado una mayor demanda de viviendas por parte de santiaguinos que buscan alejarse de la ciudad. La cercanía con la capital del país la hace ideal para aquellos profesionales que desean tener una vida alejada del caos de la metrópoli, pero con la facilidad de poder acceder a ella rápidamente, en caso de tener la necesidad de realizar algún trámite o asistir a reuniones.

“Las personas que están llegando a vivir a Machalí se sienten atraídos por la tranquilidad, la buena conexión y ubicación que tiene la comuna, además de fomentar la cercanía con la naturaleza y las buenas prácticas medioambientales con propuestas inmobiliarias sustentables que apuntan a satisfacer las necesidades de un comprador mucho más consciente”, agregó Danyelo Oteiza.

Municipalidad de Machalí
Municipalidad de Machalí

Tendencias producto de la pandemia

La pandemia fue el punto de inflexión para muchas personas que tras las extremas situaciones comenzaron a valorar al medioambiente. Además, las políticas de teletrabajo abrieron la oportunidad de poder desempeñar las labores desde cualquier lugar, contando solo con una buena señal de internet. Esto aumentó la movilidad. Ya no fue necesario vivir en Santiago por obligaciones laborales.

Además de esta tendencia a buscar mayor contacto natural, otra motivación importante es el menor costo de vida que implica vivir en regiones. “Las propiedades en Machalí, por ejemplo, en general cuestan un 30 a 40 % menos que en Santiago, tomando en cuenta exactamente el mismo tipo de vivienda. Esto brinda la posibilidad de instalarse en una casa con patio, opción que se ve más lejana en la capital”, añadió Danyelo Oteiza.

Lo cierto es que la nueva generación de adultos, impulsada por el COVID-19, apuesta por una mejor calidad de vida y tiempo en familia, antes de pasar más tiempo en la incansable ciudad. Esto ayuda, también, a fomentar la descentralización y alta congestión de los centros urbanos del país.

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