¿Un taxi sin conductor? Es posible en Singapur

nuTunomy, el automóvil autónomo.

El desafío más importante de las megaurbes mundiales, además de los relacionados con la estabilidad de su economía, la empleabilidad y la expansión inmobiliaria, pasan principalmente por sus medios de transporte. De hecho, muchas ciudades han optado por la reubicación de sus habitantes hacia otras urbes más pequeñas, con el fin de descongestionar y de permitir mejoras en la calidad de vida.

En días en que Uber y otras aplicaciones móviles conducentes a vincular a pasajeros y vehículos han generado noticia, un nuevo participante parece entrar tímida, pero fuertemente a la discusión sobre transporte urbano. Se trata de nuTonomy, una pequeña empresa respaldada por el Instituto Tecnológico de Massachusetts que se encuentra en pleno trabajo de desarrollo de toda una flotilla de vehículos capaces de circular sin conductor por la ciudad de Singapur, tan superpoblada como saturada en cada una de sus calles. Además, ayudaría a la disminución en los niveles de emisiones de gases de invernadero.

Los automóviles sin conductor de nuTonomy siguen la trayectoria ideal para llegar al destino que indique el pasajero, reduciendo así las vueltas demás y generando un gasto energético mucho más eficiente, ya sea por el hecho de que evitan las zonas más atochadas o porque son de naturaleza eléctrica.

Esto podría convertir al hecho de compartir el coche en algo que sea casi tan conveniente como poseer tu propio automóvil privado, pero con la accesibilidad y el coste del transporte público”, afirma el cofundador de nuTonomy y director en jefe de tecnología Emilio Frazzoli, profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts, de ingeniería aeronáutica y astronáutica. Claro, esta reflexión proviene de ideas como la de prescindir de un sueldo al conductor que termine encareciendo el servicio, por lo que este proyecto, a priori, sería muy barato y fácil de costear para los usuarios.

A fines de marzo, la compañía realizó exitosamente su primera prueba en ruta por Singapur. Para ella, se dispuso de un trayecto con obstáculos que el automóvil sin conductor logró sortear sin accidente alguno. Actualmente, nuTonomy lucha por obtener el permiso para hacer pruebas en carretera, en un sector de Singapur que goza de gran actividad de negocios. El plan, según los científicos desarrolladores de este proyecto, es que en algunos años sea posible disponer de miles de taxis sin conductor corriendo por todo el territorio de Singapur.

Contrario a lo que se piensa, este nicho laboral no presenta problemas de desempleo en el país e, inclusive, se requieren operarios y conductores de autobuses que desempeñen una labor que, por el momento nadie está dispuesto a hacer. En ese sentido, esta tecnología tendría otra solución en la lista de sus ventajas. Todo esto, sin contar con que no sería fácil alcanzar el financiamiento a corto plazo por parte de quien busque socios para iniciar un emprendimiento con estos, a priori, riesgosos automóviles.

A pesar de que las virtudes de esta innovación parezcan ya innumerables, es importante la incorporación de otra observación interesante en esta receta de éxito. Esta observación tiene que ver con un estudio hecho en 2015 y publicado en Nature Climate Change, evidenció que para el año 2030, los vehículos eléctricos e híbridos podrían ayudar a reducir en un 94% la emisión de gases de invernadero en todo el mundo, siempre y cuando la industria tome un giro hacia este tipo de energías. A mediano plazo, mientras tanto, los ingenieros de nuTonomy pretenden demostrar que con sólo 300 mil vehículos autónomos, será posible cubrir el servicio que hoy realizan 780 mil operarios privados que trabajan en Singapur. Toda una meta.

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