Puede que muchos no los sepan, pero los chips, son parte esencial de muchos de los aparatos tecnológicos actuales. Con la llegada de la pandemia, su producción se ha visto bastante afectada, algo que bien sabe Taiwán, uno de los principales fabricantes y que recientemente a comunicado los problemas que se vendrán en cuanto a su elaboración. La industria de los procesadores es la que se vería más afectada.
El agua es uno de los materiales que más se utilizan en la fabricación de chips. Uno de los países que más incidencia tiene en esta industria es Taiwán y recientemente ha comunicado que debido a la sequía que esta experimentando, la fabricación de chips para procesadores y otros aparatos no se verá afectada hasta el mes de mayo, algo que preocupa al mundo tecnológico.
Según señalan los expertos, este país no había vivido una sequía tan grande en varios años. Durante un periodo normal, es común que en este sector de Asia ocurran una gran cantidad de lluvias tropicales, asunto que no ha ocurrido últimamente. La esperanza que tiene esta pequeña nación, es que en los próximos meses ocurran algunas lluvias monzónicas que reviertan la situación. En tanto, habrá que consumir menos agua en aquel país, lo que afectará la producción en empresas de chips.
La voz de las autoridades taiwanesas
Desde el Ministerio de Asuntos Económicos de Taiwán, han tenido palabras para el momento que están viviendo en el país. En ese sentido, han señalado que la actual crisis hídrica no ha detenido la fabricación de chips por el momento, a pesar de que para sus procesos de fabricación las industrias precisen de varios millones de litros de agua diarios.
Grandes fabricantes como TSMC y United Microelectronics Corp, han precisado que se están preparando para el peor escenario. Por ahora tienen suficientes reservas hídricas para operar normalmente, pero solo hasta el mes de mayo. El plan de emergencia, pera evitar que la producción se vea interrumpida, es suministrar las fábricas con algunos camiones contenedores de agua.
Sin chips no hay procesadores
Y es que al igual que ocurre con otros componentes electrónicos, la pandemia ha aumentado la demanda de chips, por lo que esta sequía hídrica llega en el peor momento posible. Si ya el año pasado varias fábricas que utilizan chips tuvieron que cerrar indefinidamente por la amenaza del coronavirus, ahora que ya estaban volviendo a niveles de producción normal, se enfrentarán ante la nueva sequía de chips.
Dentro de las industrias más afectadas está la de los procesadores, piezas claves en teléfonos móviles y computadores. Actualmente ya se están presentando retrasos en la producción de procesadores para estos elementos, por lo que, si al llegar a mayo la crisis de lo chips no se resuelve, podría presentarse una situación de stock bastante crítica. Esto, podría provocar un efecto dominó en donde a falta de stock, los precios de los procesadores para PC suban de valor.
Un problema más para los gamers
Con una eventual crisis magnificada de los chips, el público gamer podría volver a sufrir, esta vez con los valores de los procesadores para PC. Por el momento, sus precios no han tenido alzas demasiado notorias, como si ha ocurrido con las tarjetas gráficas. Con la pandemia, la producción se vio bastante afectada el año pasado, pero tuvo un repunte a finales de 2020.
No obstante, el auge de la minería de criptomonedas, afectó nuevamente el mercado de las tarjetas gráficas, ya que miles de usuarios que querían dedicarse a ganar dinero mediante este proceso de obtención de monedas virtuales, agotaron el stock de tarjetas gráficas que habitualmente son adquiridas por un público que gusta de los videojuegos.
El episodio más reciente ocurrió a inicios de marzo, cuando el fabricante de tarjetas NVIDIA, lanzó al mercado su modelo RTX 3060, el cual prometería convertirse en la mejor opción para los gamers gracias a su precio más económico, considerando que la misma compañía lanzo una tarjeta gráfica especial para los mineros de criptomonedas. No obstante, las reservas se agotaron y los mineros volvieron a comprar las tarjetas destinadas para videojuegos.