La criticada agenda laboral del gobierno

trabajo en Chile

Más detractores que adherentes genera en el país el paquete de medidas impulsada por el Presidente Sebastian Piñera.

Desde que en mayo de 2018 el Presidente Sebastian Piñera presentó la agenda laboral pro empleo y crecimiento de su programa económico, el camino para ser apoyado por la población ha sido de dulce y agraz.

Es que los principales puntos del paquete de medidas tales como modernizar la legislación y sus jornadas laborales permitiendo que las partes involucradas acuerden las características de esta; un nuevo código laboral para que los jóvenes compatibilicen estudios con trabajo; una ley de incorporación obligatoria de personas con algún grado de discapacidad en empresas públicas y privadas y la modernización de la Dirección del Trabajo, entre otras, han suscitado en el mundo empresarial, político y social variadas reacciones, tanto a favor como en contra de las iniciativas.

Algunas perspectivas

Para Rodolfo Rivas, profesor de Historia y dirigente sindical del área, la agenda laboral impulsada por el gobierno de Sebastián Piñera “implica en lenguaje simple una precarización de los derechos de los trabajadores. “La visión que existe es claramente neoliberal y apunta a una cuarta revolución industrial que se basa principalmente en la automatización del trabajo” explica.

Según su visión, este es un concepto que parte de la lógica de dejar actuar al mercado sin intervención del Estado y provoca precariedad laboral, la cual se traduce por ejemplo, en que la gente efectúe trabajos esporádicos de fines de semana. “Lo hemos visto en los últimos años. Si uno lo analiza detenidamente, pocas veces se ha visto tantas empresas cerradas en un mismo período de Gobierno”. En este sentido, destaca que sólo entre 2018 y 2019, fueron 564 las empresas que se acogieron al proceso de quiebra y 541 quebraron totalmente, sin optar a ninguna posibilidad de reinventarse o cambiar.

Rivas considera que la principal debilidad de este paquete de medidas es que está enfocado sólo en los índices económicos obtenidos y no en el bienestar de las personas. “Tiene que ver con tratar de aumentar la capacidad del negocio, o las cifras de exportaciones, pero sin pensar en un trabajo con las condiciones laborales básicas. El concepto de flexibilidad laboral también es entendido como la flexibilidad para el empleador y eso conlleva de alguna manera quitar beneficios al trabajador” plantea.

A su juicio, a nivel nacional en los próximos meses, el descontento de la población seguirá haciéndose presente en distintas protestas, tales como las que protagonizan en la actualidad los trabajadores de Wallmart o los mismos profesores . “Uno de los deberes del Estado es velar por el bien común de sus ciudadanos y si las personas observan que eso no ocurre y el Estado deja a las empresas a su libre albedrío, obviamente manifestará su descontento y defenderá sus derechos” declaró.

Otras miradas

Según Carlos Miranda, Presidente de la Fundación para el Desarrollo Social e Ingeniero Comercial de la Universidad de Santiago “esta agenda se articula con un foco más orientado en maquillar los problemas laborales que en innovar y colocar a Chile a la vanguardia en materia laboral, desde un punto de vista de trabajo articulado, colaborativo y que englobe los intereses de todos los chilenos”.

En este sentido, asegura que se debe contextualizar la problemática de los trabajadores en Chile donde el sindicalismo está o atomizado o politizado en la mayoría de las empresas. “Eso genera fuertes fracturas dentro de la organización y merma las posibilidades de que Estado, empresas y trabajadores construyan una agenda representativa donde todas las voces estén consideradas”.

Según cifras aportadas por el Instituto Nacional de Estadísticas, en el trimestre móvil febrero-abril de 2019, mientras la economía nacional avanzó 4.8 puntos, el empleo sólo lo hizo en 2.1 puntos y de ese total, solo el 0.6 % de los trabajos tienen algún grado de formalidad.

Además, según los economistas consultados periódicamente por el Banco Central, a través de su Encuesta de Expectativas Económicas el crecimiento anual del Producto Interno Bruto (PIB) de este año en Chile será de 3,2 %.

A esta predicción se suma un crecimiento de la economía nacional en 2020, que se mantendrá en un rango de 3,4 %.

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