Al menos tres personas han perdido la vida en un tiroteo ocurrido este martes en el centro de Uppsala, una ciudad sueca situada a 70 kilómetros al norte de Estocolmo. La confirmación del hecho fue proporcionada por la Policía, que indicó que se encuentra trabajando en la identificación de los fallecidos y aún no ha informado a los familiares de las víctimas. Las autoridades han clasificado el incidente como un homicidio, lo que ha elevado la alerta entre la población local y ha generado una respuesta inmediata por parte de las fuerzas del orden.
El tiroteo se produjo cerca de la plaza de Vaksala a las 17:04 horas, disparando alarmas en la comunidad que de inmediato reportó «fuertes detonaciones». Testigos oculares han relatado que escucharon entre siete y nueve disparos, lo que sugiere un episodio de extrema violencia en una zona normalmente tranquila de la ciudad. La cercanía del incidente a una peluquería, donde se encontraban muchas personas, preocupa no solo a los residentes, sino también a las autoridades que han tomado precauciones adicionales en el área.
Durante las festividades de la Noche de Walpurgis, una celebración tradicional sueca, el tiroteo ha dejado a la comunidad en estado de shock. Este evento, conocido por sus pequeñas fiestas al aire libre y celebraciones de primavera, no fue suficiente para prevenir la tragedia que tuvo lugar. La Policía ha bloqueado varias zonas colindantes mientras sigue buscando pistas sobre un hombre encapuchado que, según informes de medios locales, escapó en un patinete eléctrico justo después del ataque.
La Policía de Uppsala ha desplegado un amplio operativo movilizando helicópteros y aumentando la presencia de agentes en la zona. Además, se interrumpió temporalmente el tráfico ferroviario en la región, lo que demuestra la gravedad y la urgencia percibida por las fuerzas del orden. A pesar de la alarma provocada por el tiroteo, el portavoz de la Policía, Magnus Jansson Klarin, ha buscado tranquilizar a la población, afirmando que este es un «incidente aislado» y que no hay riesgo inminente para otros ciudadanos.
El ministro de Justicia de Suecia, Gunnar Strömmer, ha calificado el tiroteo de «brutal acto de violencia», lo que pone de relieve el contexto alarmante de los últimos años, marcado por un notable aumento en la incidencia de tiroteos relacionados con bandas criminales en Suecia y sus países vecinos, Noruega y Dinamarca. Este episodio reitera la urgencia de abordar la creciente violencia armada en la región y la necesidad de una respuesta contundente por parte de las autoridades para garantizar la seguridad y la paz en las comunidades afectadas.
