La sonda Lucy de la NASA ha realizado su encuentro con el asteroide 52246 Donaldjohanson el pasado 20 de abril de 2025, mientras avanza hacia su verdadero objetivo: los asteroides troyanos de Júpiter. Lanzada el 16 de octubre de 2021, Lucy tiene como misión principal el estudio de estos enigmáticos cuerpos celestes, que se cree contienen información invaluable sobre la formación del sistema solar. Aunque el inicio formal de sus estudios está programado para 2027, las actuales observaciones del asteroide Donaldjohanson están proporcionando una vista previa emocionante de lo que se puede esperar en las futuras exploraciones. Las primeras imágenes ya han llegado a la Tierra, aunque debido a las limitaciones en la conectividad, se espera que el flujo completo de datos tome varias semanas en completarse.
Durante su trayectoria hacia los asteroides troyanos, Lucy ha realizado maniobras complejas, incluyendo dos asistencias gravitacionales en su paso por la Tierra para aumentar su velocidad. Los encuentros previos con otros asteroides como Dinkinesh han sido esenciales para probar los sistemas a bordo de la sonda y preparar su aproximación a los objetivos principales. Con una duración de aproximadamente 12 años, la misión de Lucy podría extenderse si al finalizar su recorrido hay suficiente combustible y todos los sistemas técnicos permanecen operativos. Cada encuentro se convierte en una oportunidad invaluable para profundizar en el estudio de los asteroides y entender mejor los orígenes de nuestro sistema solar.
El asteroide Donaldjohanson, que pasó a tan solo 960 kilómetros de la sonda, fue observado a una velocidad relativa impresionante de 13.4 kilómetros por segundo. A través de sus poderosos instrumentos, Lucy ha podido capturar imágenes que desmienten algunas de las observaciones anteriores, revelando que el asteroide tiene una forma irregular y dimensiones de aproximadamente 8 por 3.5 kilómetros. Este hallazgo es crucial, ya que ofrece nuevas perspectivas sobre la estructura y composición de los asteroides, además de confirmar que Donaldjohanson es un asteroide de contacto, resultado de la fusión de dos asteroides distintos, un hallazgo sorprendente que recuerda al encuentro previo con Dinkinesh.
El nombre del asteroide, Donaldjohanson, rinde homenaje a peculiaridades de la misión, ya que toma su nombre del célebre paleoantropólogo que descubrió los fósiles conocidos como Lucy, de donde la sonda obtiene su nombre. La elección del nombre fue hecha en 2015 por el equipo de la misión, antes incluso de que la NASA aprobara oficialmente la iniciativa. Este play de palabras conecta la exploración espacial con el ámbito de la paleoantropología, resaltando la importancia de los descubrimientos tanto en la Tierra como en otras partes del universo. La dedicación del equipo fue fundamental para que la sonda se montara y lanzara con éxito, superando los retos impuestos por la pandemia de COVID-19.
A medida que la sonda Lucy continúa su viaje, se abre una nueva era de descubrimientos en la exploración de asteroides. Los resultados de la aproximación a Donaldjohanson no solo amplían nuestro conocimiento sobre la composición y origen de los asteroides del cinturón de Júpiter, sino que también fortalecen la idea de que el estudio de estos antiguos restos cósmicos puede ofrecer pistas sobre los inicios de nuestro propio planeta. Con cada nuevo paso, la misión de Lucy promete revelar los secretos del pasado, ofreciendo un emocionante vistazo a la historia de la Tierra y el sistema solar.