La actividad del volcán, que ha estado bajo observación constante, se intensificó notablemente a las 2:45 de la madrugada hora local del miércoles. Según el informe del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV), se iniciaron fuentes de lava que alcanzaron alturas impresionantes de entre 200 a 300 metros sobre los respiraderos de la cumbre del cráter. Este episodio eruptivo es uno de los más significativos desde hace algún tiempo, y ha captado la atención tanto de científicos como de la población local.
Alrededor de las 3:30 de la mañana, también se reportó una breve lluvia de lapilli en la ladera superior suroccidental del volcán. Este fenómeno se suma a la preocupación existente en la región, donde los vibrantes sonidos de la erupción resonaron fuertemente entre los residentes. Las sacudidas sísmicas, reportadas por el INGV, indicaron que la amplitud media del tremor volcánico alcanzó su pico máximo a las 2:00 AM, manteniéndose desde entonces en niveles altos y constantes, lo que podría anticipar más actividad eruptiva.
Los efectos de la erupción no se hicieron esperar. Habitantes de localidades cercanas, entre ellas Paternó, reportaron la caída de ceniza volcánica, lo que llevó a las autoridades locales a activar protocolos de seguridad. El INGV ha considerado que la localización del centro de la actividad sísmica se encuentra en el cráter sureste, a unos 2.700 metros sobre el nivel del mar. Esta acumulación de energía volcánica ha generando preocupación sobre la posible evolución de la erupción en las próximas horas.
Por otro lado, el instituto especializado destaca que la actividad infrasónica en la región también ha incrementado, tanto en frecuencia como en energías de los eventos registrados en el cráter sureste. Esto hace que los científicos sean cautelosos ante la posibilidad de más explosiones o cambios drásticos en la actividad del volcán. La previsión del INGV es que las nubes eruptivas se dispersen en dirección sur-suroeste, lo que podría afectar a diferentes poblaciones en la ruta de dispersión.
A pesar del aumento de actividad volcánica y de la nube eruptiva estimada en 5.000 metros de altura, las operaciones del Aeropuerto Internacional Vincenzo Bellini de Catania no se ven afectadas por el momento. Sin embargo, las autoridades están en constante alerta y supervisión para garantizar la seguridad de los vuelos y la salud de los residentes cercanos. Con el monitoreo continuo y un enfoque proactivo, se espera manejar la situación de la mejor manera posible.
