Salir a comer con amigos es una actividad que muchos disfrutan, sin embargo, al momento de pagar la cuenta pueden surgir tensiones si no se ha acordado previamente cómo se hará. Esta situación se ha convertido en un tema de debate, donde manejar las expectativas y las realidades de cada comensal es fundamental para evitar incomodidades. Muchos optan por pagar en partes iguales para simplificar el proceso, pero esto puede generar conflictos si no todos han consumido lo mismo. La clave, según expertos en relaciones sociales y finanzas, es la comunicación abierta antes de la comida.
Francisco Ackermann, educador financiero y autor del libro “Con Peras y Finanza$”, plantea que la transparencia desde el principio es crucial para evitar problemas. “Si todos consumen de manera similar, el pago a partes iguales puede ser justo. Pero si hay disparidades significativas en el consumo, es mejor pagar según lo consumido”, advirtió Ackermann. Por lo tanto, manifestar las limitaciones económicas y las expectativas de consumo a la hora de sentarse en la mesa puede garantizar que todos se sientan cómodos y evitar malentendidos en el futuro.
Por otro lado, Sebastián La Rivera, sociólogo de la Pontificia Universidad Católica, reafirma que las dinámicas sociales influyen en cómo se aborda el pago. En ocasiones, las personas pueden priorizar mantener la armonía sobre las consideraciones económicas, lo que puede resultar en pagos desiguales entre los miembros del grupo. En muchos casos, el deseo de evitar tensiones llevará a aceptar propuestas como dividir la cuenta, aunque no sea lo más equitativo. Este deseo de consenso común puede, paradójicamente, conducir a resentimientos en el futuro.
José Miguel Cruz, experto en economía del comportamiento, advierte acerca del problema del ‘free rider’, que se presenta cuando algunos optan por consumir más pensando que la cuenta se dividirá igualmente. Esto puede repercutir en la experiencia del grupo, creando resentimiento entre aquellos que han sido más cautelosos con sus elecciones. Cruz sugiere que fomentar una discusión abierta sobre cómo dividir la cuenta puede resolver esta situación, permitiendo que cada uno pague lo que realmente ha consumido, lo cual se traduce en una mayor justicia y satisfacción en las salidas grupales.
Con el fin de evitar vergüenzas y conflictos al momento de pagar, Jaime Ruiz-Tagle, académico de la Universidad de Chile, aconseja planificar cómo se dividirán los gastos antes de salir. Adoptar aplicaciones como Tricount o Splitwise puede facilitar este proceso y reducir la posibilidad de malentendidos. Estas herramientas permiten tener un registro claro de los gastos individuales, ayudando a que cada quien pague justo por lo que consumió. Estableciendo claridad y comunicación desde el inicio, salir a comer con amigos puede convertirse en una experiencia gratificante y armoniosa.