Cosmos 482: Caída Final en el Golfo de Bengala

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La sonda soviética Cosmos 482 ha finalizado su trayectoria orbital de 53 años al entrar en la atmósfera terrestre y caer finalmente en el Golfo de Bengala, según lo confirmado por Roscosmos, la agencia espacial rusa. La reentrada se produjo a las 8:24 hora peninsular española (UTC +2), justo en el lugar previsto, a unos 560 kilómetros al oeste de la Isla Andamán del Medio. Este evento marca el concluyente final de una misión que, a pesar de sus contratiempos, ha estado bajo observación durante más de cinco décadas.

Las previsiones sobre la reentrada de Cosmos 482 resultaron ser bastante precisas, ya que se habían estimado momentos antes que el descenso ocurriría alrededor de las 8:26. Los restos de la sonda impactaron en el océano Índico, al oeste de Yakarta, lo que ha sido saludado como un éxito, dado que no se han reportado daños colaterales. Este módulo de aterrizaje, una esfera de un metro de diámetro y 495 kilos de peso, estaba fabricado para soportar difíciles condiciones atmosféricas, mostrando su robustez incluso al caer desde el espacio.

La Agencia Espacial Europea también ha respaldado la información sobre la trayectoria de la sonda. Según sus radares, se detectaron señales del Cosmos 482 sobre Alemania aproximadamente a las 6:30 UTC y a las 8:04 UTC, antes de que se perdieran completamente las comunicaciones a las 9:32. Este seguimiento ha sido crucial para confirmar la actividad de la sonda en su etapa final, permitiendo a los científicos mapear su reentrada en tiempo real.

La historia de Cosmos 482 es fascinante, ya que fue lanzada el 31 de marzo de 1972 con el objetivo de explorar Venus. Sin embargo, un fallo en la etapa superior del cohete la dejó atrapada en una órbita elíptica alrededor de la Tierra, que iba decayendo gradualmente. Durante todos estos años, los expertos han seguido de cerca su trayectoria, viendo cómo un artefacto diseñado para explorar otro planeta se convertía en un testimonio del ingenio humano, orbitando la Tierra durante más de 53 años.

El cierre de la misión de Cosmos 482 no solo representa el final de un viaje espacial, sino que también simboliza el progreso en la exploración del espacio y la necesidad de gestionar los objetos en órbita. Su caída en el océano Índico sin causar daños es un alivio para los investigadores y un recordatorio de la complejidad de las misiones espaciales pasadas y futuras. Restos del Cosmos 482 podrían darnos más información sobre el diseño y la ingeniería de tecnologías espaciales, abriendo una nueva vida para la investigación a partir de lo que ha quedado de esta histórica sonda.

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