El reciente Día Internacional del Centro de Datos, celebrado el 28 de abril, se convirtió en una oportunidad perfecta para reflexionar sobre la fortaleza y resiliencia de las infraestructuras que sostienen el mundo digital moderno. Durante una visita a uno de los centros de datos más destacados de Madrid, se pudo apreciar de primera mano la importancia de la redundancia en la gestión de la energía y la refrigeración. En un entorno donde la interrupción del servicio podría significar pérdidas millonarias, cada medida de seguridad se torna esencial, garantizando que las operaciones continúen sin interrupciones.
Un aspecto clave en la operación de estos centros es la preparación ante posibles fallos de energía. En el caso del mencionado centro de datos, cuentan con generadores de respaldo que pueden proporcionar electricidad por hasta 48 horas, asegurando que las operaciones no se vean interrumpidas. Sin embargo, antes de que estos generadores entran en funcionamiento, se utilizan enormes baterías de unidades de alimentación ininterrumpidas (UPS) que pueden sostener la corriente eléctrico por 5 minutos, tiempo que permite que los generadores se activen. Esta combinación de fuentes de energía es un ejemplo claro de cómo la redundancia no solo se implementa, sino que es una práctica indispensable.
La arquitectura que sostiene la interconexión de redes en estos centros es igualmente impresionante. En los denominados Meet-me Rooms, donde convergen las líneas de fibra óptica de diferentes operadores, se facilita la conexión entre cientos de empresas que dependen de un flujo de datos constante y fiable. Este espacio, designado como punto neutro, permite que los operadores enruten sus comunicaciones de manera eficiente, contribuyendo a una red global que puede abarcar miles de kilómetros de cable. Esta infraestructura no solo proporciona servicios de telecomunicaciones, sino que también se erige como un núcleo vital para el intercambio de información en la era digital.
Durante el programa ‘Cruce de Cables’, donde habitualmente colaboro con David Sierra, discutimos los matices de estas operaciones y su impacto en el día a día de las empresas. La importancia de la energía y la seguridad en los centros de datos no puede subestimarse, y es un tema que resuena cada vez más entre los profesionales del sector. A medida que nuestra dependencia de los datos y las telecomunicaciones crece, la conversación sobre cómo mantener y proteger estas estructuras adquirirá aún más relevancia.
En conclusión, el Día Internacional del Centro de Datos no solo destaca la tecnología detrás de estas instalaciones, sino que pone de relieve la labor incansable de ingenieros y técnicos que mantienen funcionando este ecosistema complejo. La gestión de la energía, la interconexión de redes y la planificación para contingencias son solo algunos de los elementos que aseguran que el mundo digital siga operando de manera eficiente y segura. Así, mientras nos adentramos en un futuro cada vez más interconectado, la importancia de estos centros solo crecerá, y así continuaremos explorando sus aspectos en cada emisión de ‘Cruce de Cables’.