Un reciente estudio llevado a cabo por la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess) en colaboración con Criteria ha revelado un notable aumento en la preferencia de los chilenos por consumir agua de la llave. La segunda edición del «Barómetro Ciudadano sobre la Crisis Hídrica» mostró que en 2024, el uso de agua potable del grifo creció 13 puntos porcentuales en comparación con el año anterior. Este cambio refleja una tendencia creciente hacia la aceptación y consumo de agua de la llave para diversas actividades cotidianas, como lavar platos, cocinar y consumo personal. La investigación destaca que el uso de agua de la llave para lavar platos y cocinar ha crecido en un 90% y 72% respectivamente, lo que sugiere un cambio significativo en los hábitos de consumo de la población chilena.
Desde Andess se asegura que consumir agua potable en Chile es seguro y saludable, respaldado por indicadores de salud que demuestran un acceso adecuado a servicios de agua potable y alcantarillado. Además, el coste competitivo del agua de la llave en comparación con el agua envasada —con un precio promedio de $1,6 pesos por litro que incluye todos los procesos de producción y tratamiento— puede ser un factor que impulsa esta tendencia. La conciencia sobre los beneficios económicos y sanitarios de beber agua de grifo se ha ido estableciendo en la población, lo que promueve un uso más sostenible de este recurso tan necesario.
La investigación recopiló datos de 1.200 personas mayores de 18 años, abarcando diversas regiones del país, géneros y niveles socioeconómicos, lo que proporciona una visión completa de la percepción y comportamiento de la ciudadanía frente a la crisis hídrica. El estudio se dividió en tres secciones: Cambio Climático, Nuestra Relación con el Agua y Crisis Hídrica. Entre los hallazgos más destacados, un 83% de los encuestados ha demostrado estar consciente de la crisis hídrica, mientras que un 81% la considera temas de importancia considerable, lo que refleja una creciente preocupación social por la disponibilidad y uso responsable del agua.
En cuanto a las conductas adoptadas por los ciudadanos, el mismo estudio revela que el 87% de los encuestados cierra la llave mientras se cepilla los dientes y un 77% hace lo mismo al lavar la loza. Sin embargo, a pesar de estas prácticas responsables, el 78% de la población siente que su conocimiento sobre la crisis hídrica es insuficiente. Esto resalta una oportunidad para que las autoridades y las industrias refuercen sus iniciativas informativas y educativas, asegurando que la ciudadanía esté bien informada sobre la magnitud de la crisis hídrica y las acciones necesarias para afrontarla.
El informe también revela importantes diferencias en la percepción del cambio climático según la región geográfica de Chile. Por ejemplo, en el norte del país, especialmente en el norte chico, se asocia el cambio climático con un aumento en las sequías, mientras que las regiones del centro-sur ven como su mayor preocupación los incendios forestales. En el extremo austral, el deshielo de glaciares es un tema de creciente inquietud. Esto resalta la necesidad de diseñar estrategias de concientización más adaptadas a las realidades locales en cada región, tal como afirma Cristián Valdivieso, director ejecutivo de Criteria, sugiriendo que un enfoque contextualizado podría resultar más efectivo en la educación sobre la crisis hídrica y el cambio climático.