Vietnam ha comenzado a implementar una estrategia de expansión marítima similar a la de China, construyendo islas artificiales en el Mar del Este, en una clara respuesta a la creciente presión territorial de su vecino del norte. A lo largo de la última década, Beijing ha consolidado su dominio en las Islas Spratly mediante el dragado y la construcción, lo que le ha permitido ampliar significativamente su territorio naval. Este movimiento ha sido observado con preocupación por muchos países en la región, incluyendo a Vietnam, que ahora busca fortalecer su presencia en estas áreas disputadas.
Un informe reciente de la Iniciativa de Transparencia Marítima de Asia (AMTI) destaca que Vietnam ha incrementado su actividad en las islas Spratly, alcanzando un récord de construcción de islas en 2024 y añadiendo aproximadamente 259 hectáreas a su control territorial. Esto ha permitido a Vietnam gestionar cerca de 1.343 hectáreas en aguas disputadas, superando en gran medida la cantidad controlada por China, que es de 1.881 hectáreas. Este drástico aumento en la superficie controlada por Vietnam subraya un cambio en la dinámica estratégica de la región.
A medida que Vietnam avanza en su expansión territorial, el dragado de infraestructuras, como la reciente construcción de pistas aéreas y puertos, ha tomado un papel central en sus planes. Con un enfoque en mejorar la logística marítima, casi la mitad del área creada por Vietnam consiste en instalaciones portuarias, lo que le permitiría aumentar sus operaciones navais a largo plazo, similar a cómo China ha mantenido sus patrullas persistentes en la zona. Este desarrollo puede interpretarse como un paso hacia una mayor capacidad de defensa en un mar lleno de tensiones geopolíticas.
La respuesta de China ante el avance vietnamita ha sido cautelosa y, hasta ahora, limitada a protestas verbales. A diferencia de sus reacciones más agresivas hacia Filipinas, Beijing ha optado por un tono más moderado, posiblemente debido a las relaciones amistosas que mantiene con Hanoi. Sin embargo, analistas advierten sobre el riesgo de tensiones crecientes, ya que Vietnam ha interpretado las acciones de China como un incremento en la presión regional, lo que podría llevar a una escalada de conflictos si ambas naciones no encuentran un camino de diálogo.
Más allá de la confrontación con China, la expansión vietnamita podría verse influenciada por su creciente relación con Estados Unidos y otros actores estratégicos en la región, como Japón. Con acuerdos de cooperación en seguridad y comercio, estas interacciones podrían ofrecer a Vietnam el apoyo necesario para enfrentar las pretensiones chinas. A medida que el contexto geopolítico evoluciona, el enfoque vietnamita en el desarrollo de infraestructura en islas disputadas plantea interrogantes sobre el futuro equilibrio de poder en el Mar del Este y su potencial implicación para las relaciones regionales.