La embajadora de España ante la Santa Sede, Isabel Celaá, ha elogiado al papa Francisco como la voz «más serena ante las injusticias» en un mundo sumido en crisis. En una reciente entrevista con El Confidencial, Celaá resaltó la labor del pontífice en la promoción de la fraternidad y la humanidad, a medida que el planeta enfrenta problemas globales complejos. Su apreciación por el papa subraya la importancia de tener una «Iglesia abierta» que actúe como un refugio para aquellos que buscan consuelo y guía en tiempos difíciles.
Celaá ha disfrutado de una relación cercana con el papa Francisco durante sus dos años al frente de la embajada. Durante este tiempo, ha sido testigo de su firme postura contra las guerras y su preocupación constante por los conflictos en distintas partes del mundo, desde Ucrania hasta Gaza, Congo y Myanmar. La embajadora remarcó que la voz del papa ha sido «la más serena y clara contra la guerra», una declaración que refleja su compromiso inquebrantable con la paz y el entendimiento global.
En cuanto a las relaciones entre España y la Santa Sede, la embajadora afirmó que han sido fluidas y positivas, mostrando el cariño que el papa Francisco ha tenido hacia el país. Esta buena relación ha permitido abordar diversos problemas y buscar soluciones a través de un diálogo constante. La colaboración entre ambas partes es fundamental para el entendimiento mutuo y el fortalecimiento de la influencia de la Iglesia en cuestiones sociales y culturales.
La partida del papa Francisco ha suscitado una profunda tristeza en Isabel Celaá, quien ponderó el carisma que el pontífice mostró y el impacto que tuvo en comunidades de todo el mundo. La embajadora también reflexionó sobre la creciente solicitud de audiencias en la embajada, testimonio del fenómeno de «franciscofilia» que marcó su papado. Además, abordó la importancia que Francisco daba a la educación, animando a los jóvenes a verse como agentes de cambio, un mensaje que resuena cada vez más en la sociedad actual.
Finalmente, Celaá expresó su deseo de que el legado del papa Francisco continúe, destacando que su visión de una Iglesia abierta y dialogante es más necesaria que nunca. Con el próximo funeral del papa programado para el sábado 26 de abril, la embajadora subrayó la importancia de que su sucesor mantenga la esencia de compasión y conexión con la realidad del mundo. A medida que la Iglesia se enfrenta a un futuro incierto, se espera que los próximos meses sean decisivos para preservar la dirección marcada por el papa Francisco.