El Kremlin ha anunciado que el presidente ruso, Vladímir Putin, no liderará la delegación negociadora en las conversaciones programadas con Ucrania en Estambul. Este encuentro, programado para mañana, lleva consigo importantes expectativas tras la interrupción de las negociaciones hace tres años. La delegación rusa estará encabezada por el asesor presidencial Vladímir Medinski y contará con representantes de diversas instituciones gubernamentales, como un viceministro de Exteriores y un viceministro de Defensa, lo que indica la seriedad de las conversaciones.
Medinski, quien también presidió las negociaciones en Estambul en 2022, ha sido considerado un actor clave en el proceso diplomático ruso. A pesar de que los nombres de los miembros de la delegación no fueron revelados de inmediato, la lista se habría formado cuidadosamente para abordar cuestiones políticas y técnicas relevantes. Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, ha afirmado que la selección de participantes dependerá de las instrucciones directas de Putin, subrayando así la importancia de estos encuentros.
Las negociaciones entre Rusia y Ucrania han sido objeto de intensas expectativas y observaciones, dado el contexto de la reciente historia de conflictos entre ambos países. Aún no está claro si Putin asistirá personalmente a las conversaciones, ya que, de forma tradicional, su presencia podría estimular una atmósfera más positiva. En cualquier caso, Peskov ha asegurado que la delegación rusa estará lista para recibir a sus contrapartes ucranianos, mostrando así la apertura de Rusia a reiniciar el diálogo.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha hecho hincapié en que la decisión de su gobierno sobre los pasos a seguir dependerá de los representantes que Rusia envíe a las negociaciones. En su discurso cotidiano, Zelenski expresó su disposición a participar en cualquier formato de diálogo, aunque advirtió que aún no ha recibido señales convincentes desde Rusia. Esto pone de relieve la cautela de Ucrania ante un proceso negociador que ya ha sido marcado por la desconfianza y la falta de consenso.
El desarrollo de estas negociaciones en Estambul representa un momento crucial para ambas naciones, que buscan avanzar en la resolución de un conflicto que ha tenido repercusiones significativas tanto en la región como a nivel internacional. Las próximas horas serán decisivas para establecer si se podrán superar las barreras y si las partes están efectivamente preparadas para discutir las causas y consecuencias de sus diferencias. A medida que se acerca la fecha límite, el mundo observa atentamente los movimientos diplomáticos y la voluntad de diálogo de ambos lados.



















