SpaceX ha recibido la aprobación de la Administración Federal de Aviación (FAA) para continuar con su ambicioso programa de lanzamientos del Starship. La agencia evaluó el informe sobre los fallos que llevaron al colapso del Starship 8, así como las medidas implementadas para evitar la repetición de tales incidentes. Tras un análisis exhaustivo, la FAA ha decidido dar luz verde a SpaceX, lo que ha generado un gran revuelo en la comunidad aeroespacial. Este respaldo permite a la compañía de Elon Musk avanzar con el lanzamiento del Starship 9, un hito esencial en la búsqueda de la compañía para hacer del transporte espacial algo más accesible y habitual.
La fecha ya está marcada en el calendario: el lanzamiento del Starship 9 se llevará a cabo el 27 de mayo a las 18:30 hora local, es decir, a la 1:30 del día siguiente en España. Este evento será transmitido en directo a través de Internet, permitiendo a entusiastas y expertos seguir cada detalle del lanzamiento. Este noveno vuelo de prueba contará con el Super Heavy 14-2 como primera etapa, junto al Starship 35 que, en conjunto, buscan contribuir a las metas de SpaceX, entre ellas, la colonización de Marte y el transporte de carga a órbita baja.
El Super Heavy 14-2, que ya fue utilizado en el séptimo vuelo de prueba, ha sido adecuadamente reconfigurado para este nuevo desafío. Las losetas de protección térmica, aunque son aptas solo para un lanzamiento, han sido reemplazadas, y se han hecho modificaciones a algunos de los motores Raptor 2. La decisión de reutilizar este hardware indica pasos hacia una nueva era en la exploración espacial, donde la reutilización de cohetes se vuelve fundamental para la sostenibilidad y la viabilidad económica de las misiones.
Para este lanzamiento, SpaceX tiene el objetivo de obtener datos valiosos sobre el rendimiento del Super Heavy reutilizado, además de implementar nuevas estrategias para optimizar la eficiencia del vuelo. Entre las innovaciones,el equipo planea bloquear ciertas salidas de gases durante la separación de las etapas, lo que potencialmente ahorrará combustible y permitirá llevar más carga. Asimismo, se experimentarán perfiles de vuelo más agresivos, buscando maximizar la fricción atmosférica para facilitar la desaceleración del vehículo.
El Starship 35, por su parte, está diseñado para realizar una trayectoria suborbital con un amerizaje programado en el Océano Índico. Este vuelo también llevará simuladores de masa de satélites Starlink, lo que permitirá probar sistemas cruciales como el mecanismo de carga y expulsión. A pesar de los contratiempos en los lanzamientos anteriores, SpaceX se muestra confiada en que las mejoras realizadas asegurarán un despegue exitoso y la recolección de datos que futuros vuelos necesitarán para evolucionar.



















