El icónico actor estadounidense Joe Don Baker, conocido por su participación en la franquicia de películas de James Bond, falleció a los 89 años el pasado 7 de mayo, según informó su familia. Las circunstancias de su muerte aún son desconocidas, lo que ha dejado a sus seguidores y la comunidad cinematográfica en un profundo estado de luto. Baker fue un rostro conocido en la industria del cine durante más de cinco décadas, y su carrera abarcó una diversidad de géneros y personajes que lo convirtieron en un referente del cine estadounidense.
Joe Don Baker saltó a la fama en 1972 gracias a su papel en el filme “Junior Bonner” de Sam Peckinpah, donde interpretó al hermano menor de un anciano jinete, interpretado por Steve McQueen. Sin embargo, su debut internacional se consolidó como el villano y traficante de armas Brad Whitaker en “The Living Daylights” en 1987, donde compartió pantalla con Timothy Dalton en la famosa saga de James Bond. Este personaje resaltó su habilidad para encarnar roles complejos y carismáticos, consolidando su estatus en el hollywoodense.
Años después, Baker regresó al universo de James Bond al interpretar al agente de la CIA Jack Wade en las populares películas “GoldenEye” (1995) y “Tomorrow Never Dies” (1997), junto a Pierce Brosnan. Su reincorporación al icónico universo de 007 no solo reafirmó su atractivo como actor, sino que también le permitió ser parte de un legado cinematográfico que sigue siendo relevante en la cultura popular. Su capacidad para adaptarse y evolucionar con las décadas lo reafirmó como uno de los actores versátiles de su tiempo.
Uno de los papeles más memorables de Baker fue el de Buford Pusser en “Walking Tall” (1973), una película que se convirtió en un clásico del género de acción. Este personaje, un exjugador de béisbol y veterano de guerra que lucha contra el crimen organizado en su natal Tennessee, capturó la atención del público en un tiempo donde muchos deseaban ver cambios drásticos en la sociedad. Baker reflexionó sobre la repercusión de la película en una entrevista en los años 90, indicando que resonó con aquellos que sentían impotencia ante el crimen y la corrupción, mostrando su conexión con los valores de una época convulsa.
Nacido el 12 de febrero de 1936 en Groesbeck, Texas, Baker tuvo un inicio difícil tras la muerte de su madre a los 12 años, siendo criado por una tía. Desde joven mostró interés por el fútbol americano y se destacó en este deporte durante su tiempo en la Universidad Metodista del Sur. Su legado en la actuación lo convirtió en un ícono, lamentablemente el mismo día que su partida, las cuentas oficiales de James Bond expresaron su tristeza: “Estamos muy tristes de enterarnos del fallecimiento de Joe Don Baker a la edad de 89 años.” Su ausencia dejará un vacío en la industria y en los corazones de quienes disfrutaron de su arte.



















