El Boeing 747-8F de UPS, en un dramático incidente durante su aterrizaje en el Aeropuerto Internacional de Taoyuan, en Taiwán, fue agredido por las fuertes ráfagas de viento provocadas por el tifón Podul. En un vuelo de carga identificado como 5X61 que partió desde Hong Kong el 13 de agosto, el avión realizó tres intentos de aproximación antes de aterrizar de manera abrupta. Reportes de RCC Noticias indican que el vuelo, registrado bajo la matrícula N613UP, llegó a la pista 05L en un ángulo pronunciado y con un considerable balanceo lateral, lo que obligó al ala derecha a rozar la pista, provocando el impacto con uno de los motores.
Como resultado del contacto con la pista, el motor afectado sufrió daños significativos. Las investigaciones preliminares confirmaron que el impacto desprendió la cubierta exterior de la turbina, generando una impresionante estela de chispas que se desató sobre el pavimento. Según la Administración Central de Meteorología, el tifón Podul desató ráfagas de viento de hasta 191 kilómetros por hora, que azotaron el sur de Taiwán, contribuyendo a la complejidad del aterrizaje y forzando el cierre de servicios y la cancelación de cientos de vuelos en la región.
A pesar de las dificultades, la aeronave logró detenerse y rodar hasta la zona de estacionamiento sin que se reportaran heridos entre la tripulación. Las autoridades del aeropuerto confirmaron el daño en la góndola del motor, pero no detectaron fugas de combustible ni ningún riesgo inmediato para los ocupantes del avión. En el contexto del tifón, que causó la evacuación preventiva de más de 8,000 personas, se reportaron al menos 112 heridos y una persona desaparecida en el sur de Taiwán.
En respuesta a este incidente, la Administración de Aeronáutica Civil de Taiwán junto con UPS han iniciado una investigación para esclarecer las causas del mismo y evaluar las posibles medidas de seguridad que se puedan implementar. Los expertos en aviación se centrarán en el análisis de los datos de vuelo y las grabaciones de voz en cabina, lo cual es crucial para entender si existía un enfoque alternativo a la maniobra de aterrizaje en las condiciones adversas presentadas por el tifón.
Este tipo de incidentes subrayan los graves riesgos que enfrentan las aeronaves durante situaciones de clima extremo. Los expertos advierten que los impactos de motor, conocidos como «engine pod strike», pueden poner en riesgo la integridad estructural de la aeronave y los sistemas del motor. En este caso, la combinación de las fuertes ráfagas de viento y la maniobra de aterrizaje requería una precisión excepcional para asegurar la seguridad de los ocupantes y el éxito de la operación, lo que plantea un desafío considerable para las aerolíneas durante desastres naturales.
