Gisèle Pelicot ha sido galardonada con el prestigioso Premio Liberté 2025, un reconocimiento que celebra su valiente lucha contra la banalización de la violación y las violencias sexuales. La decisión provino de un impresionante voto en línea, donde más de 10.000 jóvenes de 84 países manifestaron su apoyo a Pelicot. Este premio, otorgado por la región francesa de Normandía, tiene como objetivo sensibilizar a las nuevas generaciones sobre temas esenciales como la libertad y los derechos humanos.
A sus 72 años, Gisèle ha logrado convertirse en una de las figuras más emblemáticas del feminismo en Francia tras enfrentarse a un proceso judicial sin precedentes. Desde 2011 hasta 2020, sobrevivió a una serie de atrocidades infligidas por su exmarido, Dominique Pélicot, quien la drogó y permitió que 51 hombres la violaran en su casa. Este cruel testimonio de su vida ha puesto de manifiesto la gravedad de la violencia de género, y su valiente decisión de hacer públicas las vistas del juicio buscó cambiar la narrativa en torno a la victimización.
Durante el juicio en Aviñón, Pelicot solicitó que el proceso fuese público, argumentando que «la vergüenza debe recaer en los agresores». Su audacia al compartir su historia ha inspirado a muchos y ha ayudado a arrojar luz sobre un tema que a menudo se considera tabú en la sociedad. Su mensaje ha resonado tanto a nivel nacional como internacional, posicionándola como una figura de referencia en la lucha contra las violencias sexuales.
El reconocimiento de Gisèle Pelicot no solo proviene del Premio Liberté. En enero de este año, una ciudadana británica lanzó una campaña en Change.org para nominarla al Premio Nobel de la Paz, una petición que ha logrado recoger más de 170.000 firmas en apoyo. Este tipo de iniciativas pone de manifiesto el creciente interés y la solidaridad internacional hacia las víctimas de violencia de género y el reconocimiento de aquellas que se atreven a alzar la voz.
En la séptima edición del premio Liberté, Pelicot sucede a otras notables galardonadas como la periodista palestina Motaz Azaïza y figuras reconocidas por su activismo como Greta Thunberg y Sonita Alizadeh. La labor de Pelicot destaca no solo por su valentía personal, sino también por su capacidad para movilizar a otros en la lucha por la dignidad y la justicia. Este galardón no solo conmemora su historia, sino que también invita a reflexionar sobre la importancia de la defensa de los derechos humanos a nivel global.