El mundo católico se prepara para despedir al papa Francisco en una ceremonia que promete ser un momento de profunda solemnidad y reflexión. El funeral será presidido por el cardenal Giovanni Battista Re, actual decano del colegio cardenalicio, quien ya dirigió la misa exequial de Benedicto XVI. Este evento significativo tendrá lugar en la emblemática plaza de San Pedro a las 10:00 horas y será retransmitido en directo a través del canal oficial del Vaticano en internet, garantizando que fieles de todo el mundo puedan unirse a esta última despedida.
Se espera que el funeral atraiga a mandataries y jefes de Estado de múltiples naciones, destacando la importancia del papa Francisco no solo como líder religioso, sino también como figura influyente en el escenario global. De acuerdo con el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, que regula el rito del fallecimiento de un papa, tras la misa se llevarán a cabo los rezos conocidos como Novendiales, así como la exposición del cuerpo, que finalizará con su entierro en la basílica de Santa María la Mayor. Estos ritos son fundamentales para dar un cierre litúrgico a la vida del pontífice fallecido.
Durante la misa, uno de los momentos más emotivos será la Última commendatio y la Valedictio, que simbolizarán la despedida formal de la Iglesia universal al papa Francisco. Estas ceremonias están impregnadas de significados profundos y tradiciones que reflejan la fe y la devoción de millones de católicos alrededor del mundo. La figura del cardenal Re, como guía en esta ceremonia, aumentará la relevancia de esta despedida en un periodo de luto que se extenderá en el seno de la comunidad católica.
El cardenal Giovanni Battista Re, con sus 91 años, ha tenido un papel crucial en la organización de este funeral. Confirmado en su cargo de decano por el propio papa Francisco, a pesar de las normas que limitan su mandato, su experiencia y conocimiento del protocolo vaticano son vitales en este contexto. Aunque su edad le impide votar en el cónclave, su influencia en la Iglesia sigue siendo palpable, marcando una transición significativa en la historia reciente del Vaticano.
Giovanni Battista Re, quien nació el 30 de enero de 1934 en Borno, norte de Italia, tiene una larga trayectoria en el servicio a la Santa Sede que comenzó en su adolescencia. Ingresó al seminario a los 11 años y fue ordenado sacerdote en 1957. Su carrera abarcó diversas posiciones en la diplomacia vaticana, lo que le permitió adquirir una visión amplia de la Iglesia y sus desafíos. Como prefecto de la Congregación para los Obispos, su influencia fue decisiva en la selección de obispos en todo el mundo, un legado que perdurará más allá de su tiempo en el cargo.