Las autoridades iraníes han confirmado que el trágico incidente ocurrido en el puerto de Bandar Abbas ha dejado un saldo de 25 muertos y alrededor de 800 heridos, según el último informe proporcionado el domingo por la mañana. El director general de Emergencias de la provincia de Hormozgán, Mehrdad Hassanzadeh, afirmó en declaraciones a la radiotelevisión estatal que el número de víctimas ha aumentado considerablemente desde las primeras horas del siniestro, cuando se reportaban solamente 18 decesos. La magnitud de la explosión ha impactado no solo a la comunidad local, sino también a las autoridades, quienes están en estado de alerta ante las repercusiones sanitarias y de seguridad que esta tragedia conlleva.
En su último balance, Hassanzadeh informó que, de los heridos, aproximadamente dos tercios ya han recibido el alta hospitalaria y se encuentran fuera de peligro, lo que representa una pequeña luz de esperanza en medio de la devastación. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica para alrededor de 300 pacientes que permanecen hospitalizados, lo que indica que los efectos de la explosión siguen siendo severos para muchos. La cifra de heridos inicial de más de 750 se revisó posteriormente, lo que pone de manifiesto la confusión y el caos que siguieron a la tragedia en las primeras horas.
La portavoz del gobierno iraní, Fatemé Mohayerani, ha anunciado que se ha ordenado una investigación exhaustiva sobre las causas del accidente. El presidente Masud Pezeshkian enfatizó la importancia de evitar especulaciones prematuras sobre el origen de la explosión y pidió esperar los resultados de los trabajos periciales. Esta declaración refleja la preocupación del gobierno por la transparencia y la claridad en el manejo de la información, especialmente en un contexto donde la seguridad de la población puede estar en juego.
Según un comunicado emitido por la Oficina de Aduanas del puerto, la causa de la explosión podría haber sido un incendio que se originó en un almacén de productos químicos, provocando una reacción en cadena que habría involucrado a otros depósitos con material inflamable. Las imágenes que han circulado en los medios muestran una impresionante columna de humo que se eleva cientos de metros en el aire, evidenciando la fuerza del estallido, el cual fue tan potente que se sintió a kilómetros de distancia, dejando a su paso un panorama desolador.
La tragedia en Bandar Abbas no solo ha cobrado vidas y ha dejado a muchas personas heridas, sino que también plantea serias preguntas sobre la seguridad industrial en Irán. Con el ministro del Interior, Eskandar Momeni, expresando su preocupación por la situación, es evidente que las autoridades enfrentarán un arduo camino para establecer responsabilidades y prevenir que incidentes similares ocurran en el futuro. Mientras tanto, la comunidad local, herida y traumatizada, clama por respuestas y mejores medidas de seguridad que garanticen su protección.