El viceministro de Defensa de Lituania, Karolis Aleksa, se reunió recientemente con El Confidencial durante un encuentro del consorcio PULSE en Vilna, donde no escatimó en advertencias sobre la inminente amenaza que representa Rusia. «Tenemos que estar ciegos si no vemos lo que viene, porque Rusia se está preparando», enfatizó Aleksa, dejando claro que la situación en la región exige una evaluación constante y una preparación expedita ante cualquier posible conflicto. La tensión geopolítica en el este de Europa continúa siendo un tema candente, especialmente dado el contexto actual de agresiones y desafíos a la seguridad regional.
En otro movimiento significativo, a mediados de marzo, los ministros de Defensa de Lituania, Letonia, Estonia y Polonia anunciaron su decisión de desmarcarse de la convención internacional contra el uso de minas antipersonal, el conocido Tratado de Ottawa. Este tratado, promovido en 1997 con el objetivo de erradicar el sufrimiento por estas armas, ha sido ratificado por 165 países, pero su pertinencia ha sido cuestionada ante las crecientes amenazas en la región. La decisión de abandonar la convención, que busca la eliminación total de minas, obedece a un contexto en el que se reportaron miles de víctimas civiles a nivel mundial, acentuando la necesidad de una respuesta contundente frente a tácticas militares cada vez más agresivas.
El 3 de mayo de 2025, el Parlamento de Lituania formalizó su salida del tratamiento, con un abrumador apoyo: 107 votos a favor, tres abstenciones y ninguna oposición. Este paso fue rápidamente seguido por Finlandia, que el 28 de mayo presentó su propia iniciativa para abandonar el tratado. Estas acciones reflejan un cambio significativo en la doctrina de defensa de estas naciones, que buscan adaptarse a las realidades del conflicto contemporáneo y a la naturaleza de la amenaza rusa, que incluye el uso de minas antipersonales en su arsenal táctico.
Durante la entrevista, Aleksa abordó también la cuestión del gasto en defensa, señalando que el objetivo del 2% del PIB en defensa se ha vuelto obsoleto en el contexto actual. Lituania, que se encuentra en una ubicación geoestratégica delicada, limitando con Bielorrusia y el enclave ruso de Kaliningrado, deberá valorar todos los recursos a su disposición para fortalecer su defensa. «Esperamos que los aliados lo entiendan», afirmó, subrayando la importancia de contar con el respaldo de la OTAN y de otros socios clave en las políticas de defensa.
Finalmente, el viceministro destacó la relevancia de la historia regional en la percepción de la amenaza rusa. Esta percepción arraigada es fundamental para que los líderes políticos transmitan a la población la urgencia de estar preparados ante cualquier eventualidad. Las amenazas híbridas, así como los recientes incidentes en el Mar Báltico, han incrementado la preocupación en la región y subrayan la necesidad de contar con planes de defensa y evacuación efectivos, asegurando que la población esté consciente de los riesgos y la importancia de la defensa nacional.



















