Durante la cumbre de la Liga Árabe celebrada en Bagdad, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha hecho un llamado urgente a la comunidad internacional para abordar la crítica situación en Gaza. Con la potente afirmación «Palestina se desangra ante nuestros ojos», Sánchez delineó la postura de España frente al conflicto israelí-palestino. Su anuncio de que España solicitará a la ONU que la Corte Internacional de Justicia evalúe la legalidad del bloqueo israelí sobre Gaza ha resonado en la audiencia, subrayando la gravedad de la crisis humanitaria que se vive en la región.
Sánchez delineó cuatro prioridades clave que su gobierno defiende en esta situación. En primer lugar, hizo hincapié en la necesidad de un «fin inmediato de la catástrofe humanitaria en Gaza», solicitando que se levante el bloqueo y se garantice el acceso humanitario supervisado por la ONU. Esta propuesta busca aliviar el sufrimiento de los civiles palestinos, quienes han padecido las consecuencias devastadoras de la violencia en curso.
Además, el presidente hizo un llamado a «redoblar la presión internacional», indicando que España propondrá una nueva resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que responsabilice a Israel de sus obligaciones internacionales. Con esto, se pretende establecer un marco que reconozca que el actual bloqueo no solo es inmoral, sino que también contraviene el derecho internacional, una acción que podría tener repercusiones significativas en la política internacional.
Otra de las prioridades subrayadas por Sánchez es el compromiso con la solución de los dos Estados, resaltando la importancia de la próxima conferencia internacional en Nueva York, la cual es respaldada por Arabia Saudí y Francia. Esta conferencia se presenta como una plataforma crucial para discutir un camino hacia la paz duradera en la región, enfatizando la necesidad de un diálogo constructivo y de un acuerdo que contemple las aspiraciones tanto de palestinos como de israelíes.
Por último, el presidente español abogó por el refuerzo del diálogo euroárabe y euroislámico, planteando la necesidad de una colaboración multilateral que trate a todos los actores involucrados con igualdad. Sánchez concluyó su intervención instando a la comunidad global a apostar por la paz y el multilateralismo, enfatizando que el sufrimiento humano en Gaza, catalogado como una «catástrofe humanitaria», requiere de acciones concretas y coordinadas, además de una respuesta decisiva ante la escalada de violencia por parte de Israel en la región.
