La ciudad de Járkov ha sido golpeada recientemente por un devastador ataque ruso que ha dejado al menos un muerto y más de 80 heridos, incluyendo a varios menores. El ataque se produjo durante las primeras horas de la mañana, cuando las fuerzas rusas lanzaron misiles balísticos cargados con municiones de racimo en una zona densamente poblada de la ciudad. Igor Terejov, alcalde de Járkov, reportó explosiones y destrozos en un edificio de gran altura, alertando sobre la posibilidad de que haya personas atrapadas entre los escombros. Este nuevo asalto forma parte de una escalada continua de violencia en la región, que ha visto un aumento de las hostilidades en los últimos días.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, reaccionó rápidamente al ataque, condenando la acción rusa a través de sus redes sociales. En su mensaje, Zelenski afirmó que los ataques comenzaron con un uso indiscriminado de misiles balísticos, misiles de crucero y drones, calificados de una forma brutal y desalmada. Este ataque se alinea con sus denuncias anteriores sobre la estrategia de la Federación Rusa de atacar indiscriminadamente a civiles y áreas urbanas, lo que exacerba la crisis humanitaria en la región.
Según información proporcionada por el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania, entre los heridos se cuentan al menos seis niños, lo que ha provocado una mayor indignación entre la población y autoridades locales. El cuerpo de rescate continúa trabajando en la escena en busca de víctimas atrapadas y ofreciendo asistencia médica a los heridos. Esta difícil labor se lleva a cabo en medio de la ansiedad y el peligro constante de nuevos ataques, lo que refleja la difícil situación en la que se encuentran los ciudadanos de Járkov y otras localidades ucranianas.
Además del ataque en Járkov, Zelenski informó sobre incursiones aéreas en otras regiones de Ucrania, como Sumi, Dnipro, Kiev, Mikolaiv y Donetsk. En Sumi, un ataque a una panadería dejó al menos una víctima fatal. Estas agresiones no solo apuntan a infraestructuras críticas, sino que también afectan a establecimientos comerciales que han servido a la población durante años. Cada nuevo ataque complica aún más la ya crítica situación humanitaria y económica del país, donde los servicios esenciales se ven cada vez más amenazados.
En medio de este escenario devastador, Zelenski hizo un llamado a la unidad entre los ucranianos y a la resiliencia de los servicios de emergencia, médicos y rescatistas que trabajan incansablemente en las zonas afectadas. “Agradezco a cada persona que está salvando vidas y restaurando las condiciones de vida en las ciudades y pueblos de Ucrania”, afirmó el presidente. Sin embargo, la persistente violencia resalta la necesidad urgente de una solución pacífica, mientras las organizaciones internacionales continúan abogando por un cese al fuego y el respeto a los derechos humanos en el contexto de este conflicto.