El telescopio espacial Hubble, lanzado el 24 de abril de 1990, ha sido un referente en la astronomía durante 35 años, ofreciendo imágenes que han revolucionado nuestra comprensión del universo. Este notable instrumento, resultado de la colaboración entre la NASA y la ESA, ha permitido observar fenómenos cósmicos y ha proporcionado datos fundamentales que han cambiado nuestra percepción del cosmos. Para celebrar su 35° aniversario, se ha presentado una imagen renovada de la galaxia del Sombrero, un bello recordatorio de las maravillas que el Hubble ha compartido con la humanidad a lo largo de los años.
Antes de la era del Hubble, la concepción del universo se mantenía estática y eterna, un paradigma que el astrofísico Edwin Hubble desmanteló en 1929 al demostrar que las galaxias se alejaban unas de otras. Este descubrimiento no solo sugirió que el universo podía estar en expansión, sino que implicaba la existencia de un inicio: el Big Bang. Gracias a las observaciones posteriores del telescopio, se pudo concluir que no solo el universo se expande, sino que esa expansión se acelera, lo que llevó al desarrollo del concepto de energía oscura, un enigma que aún persiste en la actualidad.
El Hubble ha sido crucial en la exploración de nuestros vecinos planetarios. Desde que se lanzó, ha desplazado nuestras fronteras de conocimiento, permitiendo el descubrimiento de miles de exoplanetas y brindando imágenes detalladas de nuestro sistema solar. Desde la celebración de la primera imagen de Plutón y su luna Caronte hasta el registro de la mancha blanca en Saturno, cada imagen capturada ha contribuido significativamente a nuestra comprensión del cosmos. Este telescopio ha logrado lo que antes se consideraba imposible, transformando la astronomía moderna de manera irreconocible.
Una de las imágenes más impactantes en la historia del Hubble es la del campo profundo (HDF-N), capturada en 1995. Al enfocar en un área aparentemente vacía del cielo durante diez días consecutivos, el telescopio reveló 3,000 galaxias distantes, abriendo una ventana inexplicable a la inmensidad del universo. Esta imagen, más que ser un simple paisaje estelar, ha redefinido nuestros conceptos sobre el tiempo y el espacio, demostrando que el universo está repleto de estructuras y fenómenos complejos, incluso en las áreas más insospechadas.
A lo largo de su historia, el telescopio Hubble ha enfrentado desafíos técnicos, como el defecto en su espejo que necesitó una misión de servicio para corregirse en 1993. Sin embargo, su impactante calidad óptica y su capacidad para observar tanto en luz visible como en regiones infrarrojas y ultravioletas lo han mantenido en funcionamiento. Si bien su vida útil se estimó inicialmente en 15 años, las contínuas misiones de mantenimiento han permitido prolongar su actividad, con expectativas de continuar explorando el cosmos hasta 2036. Este legado de exploración y descubrimiento sigue viviendo en cada imagen capturada, destacando momentos clave que han dado forma a nuestro entendimiento del universo.
