Asteroide Donaldjohanson: Revelaciones de la sonda Lucy

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La reciente misión de la sonda Lucy de la NASA ha proporcionado a la comunidad científica una visión sin precedentes del asteroide 52246 Donaldjohanson. Publicada el 22 de abril de 2025, la información revelada ha dejado entrever tanto la peculiar forma del asteroide, similar a un par de ‘hormigas’ unidas por una estrecha conexión, como sus dimensiones exactas. Hasta la llegada de Lucy, los modelos sugerían que el asteroide tenía un diámetro aproximado de 5 km, pero las imágenes generadas han confirmado su tamaño real: un eje de 8 km y otro de 3,5 km. Esta revelación no solo destaca la importancia de las misiones espaciales en la recolección de datos precisos, sino que también honra al paleoantropólogo Donald Carl Johanson, famoso por el descubrimiento de «Lucy», el fósil ancestro humano en Etiopía.

Una de las características distintivas del asteroide Donaldjohanson es su forma bilobular, que sugiere que ha sobrevivido a colisiones violentas en su trayectoria orbital. A lo largo de la historia del sistema solar, la mayoría de los asteroides de gran tamaño han sido los resultantes de encuentros catastróficos. Según los estudios previos, su estructura actual se originó probablemente a partir de la fusión de dos asteroides tras un impacto a baja velocidad. Este proceso ha dado lugar a un ‘cuello’ rocoso que une ambas mitades y muestra varias deformaciones indicativas de la compresión generada por la onda de choque del encuentro.

El asteroide forma parte de la familia de asteroides 163 Erígone, un grupo que se cree que se formó tras una colisión hace aproximadamente 170 millones de años. Esta familia asteroidal es notablemente joven en términos astronómicos, lo que despierta un gran interés entre los investigadores. La evolución de estos asteroides se puede considerar un testimonio de los impactantes eventos que han modelado el desarrollo de nuestro sistema solar. La naturaleza carbonácea de Donaldjohanson y su composición hacen que sea un objeto de estudio valioso para comprender no solo su propio origen, sino la historia de otros cuerpos celestes similares.

Además de su forma e historia de colisiones, el asteroide Donaldjohanson destaca por la presencia de cráteres kilométricos en su superficie. A diferencia de otros asteroides más pequeños, su tamaño permite una acumulación significativa de escombros y rocas a causa de numerosos impactos a lo largo de su existencia. Estos cráteres, resultantes de colisiones pasadas, sugieren una gruesa capa de regolito que cubre su superficie, convirtiéndolo en un objeto fascinante para estudiar el pasado violento que muchos asteroides han experimentado. La existencia de estos cráteres puede proporcionar información clave sobre la distribución de material en el espacio y la frecuencia de los impactos.

Con la sonda Lucy avazando a una velocidad relativa de 13.4 km/s tras el encuentro con Donaldjohanson, el siguiente objetivo será el asteroide troyano Eurybates, programado para agosto de 2027. La sonda seguirá recorriendo el cinturón principal de asteroides, donde se espera que encuentre otros cuerpos celestes que podrían brindar información adicional sobre el origen y la evolución de nuestro sistema planetario. Los asteroides troyanos, que coorbitan al gigantesco Júpiter, son considerados verdaderos tesoros de la historia solar, y la misión Lucy promete desvelar secretos que permanecerán ocultos desde hace milenios.

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