Qué tarjeta gráfica necesito para cada resolución en juegos

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Una de las principales claves que debemos tener en cuenta a la hora de elegir la tarjeta gráfica de nuestro PC es la resolución de pantalla a la que queremos jugar. Es muy importante porque al final la resolución utilizada es la que define en gran medida la exigencia de la carga de trabajo que deberá afrontar dicha tarjeta gráfica, y también influirá en numerosos aspectos que son fundamentales, como el consumo de memoria gráfica y lo pesado que resultará activar diversas tecnologías, como el trazado de rayos.

Tanto NVIDIA como AMD han adoptado una estrategia muy interesante en este sentido con sus generaciones gráficas más recientes. Estas han cambiado gracias al uso de una caché de mayor tamaño, lo que ha permitido adoptar una cierta especialización que ha hecho que ciertos modelos den lo mejor de sí en resoluciones concretas, y ha contribuido a mejorar también el rendimiento de los modelos más potentes en resoluciones superiores.

Esto no quiere decir que una tarjeta gráfica «especializada» para jugar en 1080p, por ejemplo, no sea capaz de mover juegos en 1440p, todo lo contrario, de hecho hay modelos que se ajustan perfectamente a esa descripción y que son perfectamente capaces de mover juegos en ambas resoluciones. Sin embargo, sí que es cierto que se ven más penalizadas al subir la resolución, y por eso decimos que dan los mejor de sí en 1080p.

Si tienes dudas sobre cómo elegir tu nueva tarjeta gráfica te recomiendo que eches un vistazo a esta guía que publicamos en su momento. En ella encontrarás diez consejos que te serán de gran ayuda para tomar la decisión correcta. En caso de que tengas dudas, puedes dejarlas en los comentarios y te ayudaremos a resolverlas.

Por qué influye tanto la resolución de pantalla en el rendimiento de la tarjeta gráfica

Es una pregunta muy curiosa porque podríamos entrar en detalles técnicos y dar una respuesta muy compleja, pero para que esta guía esté al alcance de todos nuestros lectores voy a partir de un enfoque sencillo. La resolución de pantalla determina la cantidad de píxeles que se utilizan para dibujar cada fotograma, por eso cuando se utilizan más píxeles la nitidez y la calidad de la imagen aumenta, porque tenemos más píxeles para crear una imagen con un mayor nivel de detalle. No obstante, también tenemos más píxeles que renderizar.

Si utilizamos, por ejemplo, resolución HD (1.280 x 720 píxeles) la tarjeta gráfica tendría que dibujar en pantalla un total de 921.600 píxeles. Por contra, si utilizamos resolución FHD (1.920 x 1.080 píxeles) nuestra tarjeta gráfica debería dibujar un total de 2.073.600 píxeles, es decir, tendríamos más del doble de píxeles, y esto supondría un impacto considerable a nivel de rendimiento.

Vamos a subir un poco más la resolución de pantalla hasta llegar a QHD (2.560 x 1.440 píxeles), en este punto la cantidad total de píxeles a dibujar sería de 3.686.400, y si nos vamos a UHD (3.840 x 2.160 píxeles) la cifra se dispara a 8.294.400 píxeles. Si comparamos, vemos que pasar de FHD a UHD multiplica por cuatro el número total de píxeles a dibujar, y esto implica una mayor carga de trabajo para la tarjeta gráfica.

Recordad que una tarjeta gráfica no se limita a dibujar los píxeles, también tiene que realizar todas las tareas asociadas a la geometría, incluyendo las funciones de transformación e iluminación, el texturizado y la aplicación del color. A mayor cantidad de píxeles mayor carga de renderizado, y también mayor consumo de recursos.

La resolución de pantalla también influye en la cantidad de memoria gráfica consumida, pero su impacto no suele ser tan grande como otros ajustes muy conocidos, como la calidad de las texturas o las sombras cacheadas.

Por ejemplo, en Resident Evil 4 Remake configurado en calidad máxima con trazado de rayos en alto y QHD tenemos un consumo máximo de memoria de 13,92 GB, según el propio juego, y si bajamos la resolución a FHD el consumo de memoria se reduce a 13,73 GB. Al subir a UHD el consumo de memoria gráfica pasa a ser de 14,44 GB.

El trazado de rayos también se ve afectado por la resolución de pantalla porque, al final, tenemos una mayor cantidad de píxeles sobre los que hay que lanzar rayos, y esto incrementa tanto la cantidad de rayos necesarios como el número de intersecciones a calcular. Por eso utilizar tecnologías de reescalado y reconstrucción de la imagen puede ayudar a mejorar tanto el rendimiento cuando trabajamos con esta tecnología.

Qué tarjeta gráfica necesito para cada resolución

Antes de entrar a ver cada una de nuestras recomendaciones quiero que tengáis en cuenta algo muy importante, y es que nos hemos limitado a valorar la potencia en bruto de cada tarjeta gráfica para realizar esta selección. Esto quiere decir que no hemos teniendo en cuenta tecnologías como el FSR2 o el DLSS 2, y tampoco el DLSS 3.

Si entramos a valorar esas tecnologías NVIDIA tiene ventaja sobre AMD porque el DLSS 2 logra una mejora mayor de rendimiento y mantiene una calidad de imagen superior, y también porque la segunda no tiene ahora mismo alternativa al DLSS 3, una tecnología que es capaz de generar fotogramas totalmente independientes en la GPU mediante inteligencia artificial, lo que ayuda a mejorar notablemente la fluidez y marca una gran diferencia.

El DLSS 3 es de gran ayuda en todas las resoluciones, pero destaca especialmente en FullHD, una resolución que al ser relativamente baja se ve más afectada por los cuellos de botella a nivel de CPU, sobre todo cuando se aplica una tecnología de reescalado como el DLSS 2, que reduce la resolución base de renderizado. AMD tiene previsto responder con FSR3, una tecnología que recurrirá a la interpolación de fotogramas, pero todavía no sabemos cuándo llegará.

Resolución FullHD (1.920 x 1.080 píxeles)

Podemos establecer tres grandes categorías en función de nuestro presupuesto y del rendimiento al que queramos aspirar. A día de hoy el nivel mínimo recomendado para jugar en 1080p a juegos actuales con calidad máxima y un buen nivel de fluidez está situado en una GeForce RTX 3050 o Radeon RX 5700.

El nivel óptimo estaría en una GeForce RTX 3060 o una Radeon RX 6600 XT, aunque la segunda es un poco más potente que la primera, dos tarjetas gráficas con las que podremos jugar en 1080p y calidad máxima manteniendo 60 FPS o más, salvo contadas excepciones de juegos terriblemente mal optimizados, como The Last of Us Part I. Ambas tarjetas gráficas han bajado mucho de precio y se pueden encontrar por menos de 300 euros.

Dentro del nivel ideal se encontrarían las GeForce RTX 4060 y Radeon RX 7600, aunque la primera es un poco más potente que la segunda. Con ellas podremos jugar a cualquier título actual en 1080p con calidad máxima y tasas de FPS muy elevadas sin ningún tipo de problema.

Es importante que tengáis en cuenta que hay juegos que incluso en FullHD son extremadamente exigentes, y que algunos están muy mal optimizados. Por ejemplo, The Last of Us Part I no logra medias de 60 FPS con calidad máxima en 1080p con las tarjetas gráficas del nivel ideal, y necesita de una GeForce RTX 3070 para llegar a dicha marca.

Resolución QHD (2.560 x 1.440 píxeles)

Todas las tarjetas gráficas que hemos visto en el punto anterior son capaces de mover juegos en QHD, pero al pasar a esta resolución su rendimiento sufre un impacto notable. Por ejemplo, la Radeon RX 7600 pasa de 62 FPS en Cyberpunk 2077 en 1080p (calidad máxima, reflejos en demencial) a 36 FPS en 1440p, lo que significa que su rendimiento se reduce prácticamente a la mitad.

La Radeon RX 7600 es una tarjeta gráfica especializada en FullHD, y lo mismo aplica a la GeForce RTX 4060, así que no podemos considerarlas como soluciones recomendadas para jugar en QHD porque se ven bastante penalizadas en dichas resoluciones, aunque son capaces de mantener tasas de fotogramas por segundo bastante buenas en la mayoría de los casos.

El nivel mínimo recomendable para jugar en 1440p estaría en una GeForce RTX 3060 Ti o en una Radeon RX 6700 XT, dos tarjetas gráficas que fueron de lo mejor en su gama en lo que respecta a relación precio-prestaciones, y que son capaces de mover casi cualquier juego actual con fluidez en dicha resolución utilizando la opción de calidad máxima. Hay algunas excepciones, y la solución de AMD tiene cierta ventaja en determinados títulos por su configuración de 12 GB de memoria gráfica.

Si queremos movernos en el nivel óptimo necesitaremos una GeForce 3070 Ti o una Radeon RX 6800. Con ellas podremos jugar a casi cualquier título actual en calidad máxima con 60 FPS o más. Podemos encontrarnos con algunas excepciones, pero como he dicho anteriormente será por una simple cuestión de optimización, es decir, será culpa del juego. La Radeon RX 6800 tiene 8 GB más de memoria gráfica, y esto puede darle también cierta ventaja en títulos concretos.

En cuanto al nivel ideal para jugar en 1440p este quedaría establecido en una GeForce RTX 4070 o Radeon RX 6800 XT. Ambas pueden con cualquier juego actual en calidad máxima manteniendo una fluidez total, incluyendo aquellos con una optimización muy mejorable, como The Last of Us Part I. La opción de AMD tiene 4 GB más de memoria gráfica que la de NVIDIA.

Resolución UHD (3.840 x 2.160 píxeles)

Todas las tarjetas gráficas que he listado en el apartado anterior pueden mover juegos en resolución UHD, pero las encuadradas en el nivel mínimo recomendable tendrán que reducir los ajustes de calidad gráfica para mantener una buena fluidez, y las del nivel óptimo también se quedan cortas si intentamos configurar el nivel de calidad máxima en juegos actuales más exigentes.

Por ello, el nivel mínimo recomendable para jugar en UHD parte de las GeForce RTX 4070 o Radeon RX 6800 XT. Con ellas podremos jugar en esta resolución con calidades máximas manteniendo un buen nivel de fluidez. Por ejemplo, en Cyberpunk 2077 la primera consigue medias de 36 FPS en calidad ultra con reflejos en ultra, y en Dying Light 2 aguanta el tipo con sus 45 FPS de media en calidad máxima.

El nivel óptimo nos llevaría directamente a las GeForce RTX 3090 Ti  y Radeon RX 7900 XT. Con ellas podremos jugar a casi cualquier título actual en dicha resolución con calidad máxima y mantener medias de 60 FPS o más, salvo contadas excepciones de juegos muy exigentes o mal optimizados.

En este caso el nivel ideal sería una GeForce RTX 4090, la tarjeta gráfica más potente que existe hasta el momento y la única capaz de conseguir 83 FPS en Cyberpunk 2077 con calidad ultra en 4K. También mueve juegos tan exigentes como Dying Light 2 con medias de 112 FPS con calidad máxima y resolución 4K, y en general puede con cualquier cosa en calidad máxima manteniendo una tasa elevada de fotogramas por segundo. AMD no tiene una equivalencia real a esta, y lo más cercano sería una Radeon RX 7900 XTX.

Tened en cuenta que, cuando llegamos a esta resolución tan elevada, algo tan simple como reducir el nivel de calidad gráfica de ultra a alto puede marcar una enorme diferencia en términos de rendimiento, y que en la mayoría de los casos la diferencia entre ambos modos suele ser muy pequeña. Este pequeño sacrificio puede hacer que una tarjeta gráfica que apenas llegaba a 30 FPS pase a moverse en la franja de los 40 o 45 FPS.

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