Carne de laboratorio: ¿la comida del futuro?

Invento para superar el hambre

Desde finales del año pasado el gobierno de Singapur aprobó la comercialización de carne de laboratorio. Este novedoso procedimiento permite cultivar, in vitro, carne para consumo humano, es el primer paso de una revolución de la industria de alimentos la cual espera ver resultados para el 2040.

El procedimiento consiste en extraer células de animales vivos e insertarlos en un medio rico en nutrientes de modo que cuando estas células entran en contacto con azúcares, aminoácidos u otras moléculas orgánicas se promueve la replicación celular y comienza a reproducirse el tejido muscular.

Desde el punto de vista del procedimiento, esta nueva forma de producir carne tiene como ventaja que   no produce dolor a los animales, a los que se les extraen las células, lo que acabaría con el sacrificio animal. Del mismo modo, disminuye drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que actualmente la ganadería mundial es responsable del 15% de todas las emisiones humanas. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el vacuno es la especie más contaminante al liberar un 65% de las emisiones del sector ganadero.

¿Solución para la crisis alimentaria?

La carne cultivada también se ve como una solución para la crisis alimentaria mundial, la producción es más rápida y la infraestructura de los laboratorios es fácil de montar en cualquier país.

En EEUU ya hay empresas que se dedican a estudios de creación de la carne limpia tanto de vacuno como de pescado y pollo. Las mismas se encuentran a la espera de permisos sanitarios por parte del gobierno para empezar a vender sus productos.

Las inversiones en este mercado han ido creciendo a lo largo de la última década recaudando US$170 millones a nivel mundial y solo el año pasado más de US$270 millones.

Si bien Singapur es el primer país en permitir la comercialización de estos productos, existen al menos unas 60 empresas alrededor del mundo que están dedicando sus esfuerzos para que sean aptos para el consumo humano y aprobados por los gobiernos para su venta.

El otro reto en este sector está en reducir los costos de producción. Si bien se trata de una carne limpia su precio es casi 3 veces mayor que el de la carne de vacuno regular. Las empresas les queda un largo trecho para convencer a los clientes de que su producto es igual de bueno para que se masifique y empiece a bajar de precio.

Otro dato importante es el número de empresas que ya se están dedicando a la producción de este tipo de carne. Muchos expertos consideran que la carne cultivada se volverá un éxito solo si las empresas logran producirla en los países en los que operan, solo de esa forma el precio será competitivo y los estados estarán más interesados en liberar los permisos sanitarios ya que serán fuente de empleos y de ingresos para el país.

La pandemia como promotor de nuevos negocios  

Esto quizás era impensado, pero sí, la pandemia puede ayudar a crear confianza en este tipo de productos que por su naturaleza requieren de altos estándares de salubridad por lo que pueden llegar a parecer un excelente producto para evitar la aparición de nuevas enfermedades relacionadas con los alimentos, asimismo la posibilidad de que cada país pueda abastecer a su población evitaría la exportación de alimentos que llegase a estar contaminados.

Aún falta mucho camino para que se masifique la venta de la carne limpia, pero que un país ya empiece a venderla es un signo de que el negocio está cambiando y con ello las necesidades de los clientes, que desde el boom del vegetarianismo hace algunos años atrás ya quedó demostrado que las personas están cada vez más abiertas a alimentarse de formas alternativas.

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