Las nuevas armas que amenazan a la Tierra, ¿se acerca la Tercera Guerra Mundial?

Imagen ilustrativa de conflicto en Siria, Mikhail Allaedin

Más de algún cientista avizoró, con no dudosos niveles de acierto, que los atentados de París de noviembre de 2015 marcaban el inicio de la Tercera Guerra Mundial. Pasados unos meses, parece menos probable que aquello pueda ocurrir por ese motivo, sin embargo, causales podrían sobrar en un mundo tan convulsionado como el actual.

La agitación en medio oriente y la inminente crisis de nuestro sistema financiero, basado en combustibles que inexorablemente se acabarán, parecen ser las detonantes más alarmantes de un posible conflicto bélico global.

En ese escenario hipotético, el nivel de armamentos y de intereses involucrados por parte de las superpotencias sería de escala inimaginable, haciendo que este planeta se vea minúsculo en comparación con los daños a sufrir.

Los drones en el campo de batalla

El ejército de los Estados Unidos, uno de los más avanzados del mundo, cuenta con un drone estrella para combatir desde el aire. Se trata del MQ-9 Reaper o Predator B, es el vehículo no tripulado más grande de la milicia estadounidense, pues mide 25 metros de ancho y puede volar a 16 mil pies durante 36 horas.

Si bien en un comienzo sólo se usaba para misiones de reconocimiento e inteligencia, actualmente la nave ya puede cargar con más de 300 kilogramos de bombas y dispone de un turbopropulsor de 950 caballos de potencia.

La nueva generación de ametralladoras, rifles y escopetas

Otro juguetito norteamericano es la escopeta AA12, capaz de disparar hasta 12 balas por segundo, puede ser agarrada con una sola mano y resiste hasta nueve mil recambios sin estropearse. Su uso, para muchos, la ingresa en la categoría de ametralladora pero, el hecho de que se alimente de cartuchos, la conserva en su calidad de escopeta, aunque con prestaciones de enorme calidad militar.

El XM2010 es otra joya bélica. De uso exclusivo para francotiradores en Afganistán, esta arma es la evolución de modelos anteriores y le permite a los soldados especialistas atacar a un objetivo ubicado a mil doscientos metros. Estos mismos soldados, además, serán los encargados de estrenar el XM25, un lanzagranadas inteligente capaz de variar la trayectoria de sus proyectiles, para alcanzar el objetivo hasta a 500 metros, sin importar los obstáculos que se presenten o los escondites en los que se ubique.

Nueva categoría armamentista

Las guerras de laboratorio y los combates radiocontrolados, parecen ser la tónica en teóricas batallas entre superpotencias de nuestro siglo. Las pistolas de mano destinadas a cegar a varios rivales o las balas inteligentes, son una realidad en las escuelas militares del mundo.

En China y Estados Unidos, las armas láser ya son puestas a prueba y representan gran parte de los esfuerzos de ingeniería. Lejos del futurismo propio de estas ideas, el láser sólido es capaz de concentrar grandes cantidades de energía en un mismo punto, de forma invisible, con el fin de destruir objetivos de diversa envergadura.

La defensa estadounidense, sin ir más lejos, cuenta ya con el USS Ponce, un láser capaz de hacer fallar sensores y radares enemigos o sencillamente destruir armas rivales, mediante sistemas de control similares a los de cualquier consola de videojuegos. En sesiones de entrenamiento, los soldados pusieron a prueba esta arma y aseguraron que funcionó a la perfección incluso en las peores condiciones atmosféricas y con fuertes vientos.

Por otro lado, la carrera armamentista nuclear ya adquirió peligrosas velocidades y las pruebas de bombas están a la orden del día. La Bomba del Zar, por ejemplo, es la más grande del mundo y fue un símbolo de la Guerra Fría, a pesar de no haber sido jamás utilizada.

Hoy, la bomba de hidrógeno más poderosa existente, es infinitamente más destructiva que las lanzadas en Hiroshima y Nagasaki por lo que, de desatarse la Tercera Guerra, es muy probable que llegue inmediatamente su final.

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